miércoles, 25 de noviembre de 2009

Festival de las Grullas en Extremadura

Grulla en primer plano:


Adulto y joven de Grulla en dehesa:


Grullas en dehesa:


Grullas en dormidero:




ANSER participa como entidad colaboradora en el Festival de las Grullas en Extremadura 2009, que promueve la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura, agrupando las iniciativas que desarrollamos las distintas organizaciones que nos ocupamos del estudio, la conservación y la divulgación de estas aves.

ANSER ya propuso en 1.998, con la edición del libro sobre “La Grulla Común en La Serena”, que la invernada de grullas en nuestra región debe entenderse como un importante recurso turístico, que todos los extremeños, empezando por las administraciones públicas, deben y debemos promover y potencicar, por el hecho de constituir un signo de nuestra identidad como región, a la vez que una importante fuente de ingresos a través del turismo. Más información: http://www.festivaldelasgrullas.com

ANSER tendrá un puesto en Moheda Alta los días 5 y 6 de Diciembre, con material informativo y divulgativo, y con su habitual tienda verde.

Libreto sobre la Grulla (20 páginas):

Cuento sobre Grullas:

Libro sobre la Grulla en Europa. Textos en inglés. Coordinador: Göran Lundin.

Juego de láminas sobre Grullas y otras aves:

lunes, 26 de octubre de 2009

Fotografiando Pigargos en Noruega

Pigargo al atardecer


Pigargo con su pez

Pigargo "de pesca"

Pigargo capturando pez

Pigargo con pez

Pigargo posado

Pigargo arrancando vuelo 1

Pigargo arrancando vuelo 2

Arrendajo

Gaviota al atardecer

Otra Gaviota

Hace unos días hizo un año del viaje que realicé a Noruega, con unos excelentes amigos, para fotografiar Pigargos en libertad, y también Bueyes Almizcleros (aunque estos serán objeto de otro artículo cuando tenga tiempo).
Fotografiar aves rapaces en libertad es siempre un sueño para cualquier fotógrafo de naturaleza, y no son pocas las aves de presa que ya he trabajado en Extremadura, pero hacer un viaje de más de 3.500 kms para intentar conseguir una nueva especie, y viajar nada menos que a Noruega, que es sin duda el país más caro de Europa y puede considerarse uno de los más caros del mundo (ej. una "cerve" cuesta allí entre 12 y 15 Euros y que nadie piense que es más grande) puede verse como un auténtico capricho. Sea como fuere, conocía la posibilidad de fotografiar Pigargos en tierras noruegas con cierto grado de éxito, gracias a la información recibida de algunos fotógrafos en su mayoría alemanes, y durante años le dí vueltas al asunto, hasta que por fin me decidí, y aproveché la ocasión y el precio especial que suponía ir con un grupito. Bueno, como he dicho antes, no sólo se trataba de un grupito, sino que todos eran conocidos (y algunos grandes amigos), aunque faltaba conocerlos a fondo; eso que sólo se consigue cuando se convive durante unos días de forma intensa. Y todos me sorprendieron gratamente por la gran educación que demostraron en todo momento, y por algo que personalmente valoro mucho: “saber estar en los sitios”. Y todos demostraron que sabían, y de sobra.
El lugar elegido era la pequeña localidad de Flatanger, el típico pueblo pesquero ubicado en un fiordo noruego, en este caso más o menos por la mitad del país. Una vez llegamos al aeropuerto de Trondheim, el señor Ole Martin Dahle (que sería nuestro guía durante una semana) nos recogió y nos llevó hasta nuestro alojamiento en el citado pueblecito. El alojamiento en cuestión es una casa preciosa (como las casas nórdicas) que Ole ha edificado para sus clientes, con cuatro habitaciones en la parte superior y capacidad para seis personas. Abajo tiene dos baños, cocina, comedor, y un espacio de relax con cientos de libros sobre naturaleza. Vamos, una auténtica pasada para los momentos de descanso de cualquier fotógrafo.
Ole Martin Dahle es un gran tipo (con lo de gran me refiero a que es enorme, aunque por lo que traté con él, como persona no se queda atrás) que durante años colaboró en un proyecto de conservación de Pigargos, y posteriormente reconvirtió su actividad como pescador en la de guía para ornitólogos y fotógrafos de naturaleza. Durante tres días salimos a navegar por diferentes fiordos descubriendo paisajes increíbles, y quedando maravillados por la cercanía de los Pigargos, que se aproximaban hasta 25-30 metros para recoger los peces que Ole les lanzaba. Por si fuera poco, durante todos los trayectos éramos seguidos por diferentes especies de Gaviotas que en gran número se disputaban los mendrugos de pan que nuestro guía les lanzaba. Incluso una mañana, a nuestro regreso de la cita con los Pigargos, compartimos hide los cinco a la espera de un Azor que no se presentó, pero en su lugar apareció un Arrendajo (por lo menos hicimos algo). Aunque llevaba todo el equipo, para la práctica totalidad de las fotos las hice durante el viaje usé un 70-200, y a lo sumo un convertidor 1.4, aunque también me fue útil el 18-70 para paisajes y el 500 para algunos Pigargos posados, y para la mencionada sesión de hide. También lo usé con los Almizcleros, pero esa es otra historia.
Hay quien puede pensar que esta forma de fotografiar especies salvajes no es del todo genuina, por el hecho de llevar un guía que no sólo conoce a la perfección el lugar, sino que además se encarga de proporcionar alimento a las aves. A mí personalmente me parece una actividad encomiable, digna de admirar y de imitar en otros lugares, toda vez que hace compatible la conservación de las especies salvajes con su conservación, fomenta un tipo de turismo de calidad que proporciona importantes ingresos en zonas rurales, sin ningún tipo de intermediarios, y en su conjunto es un claro ejemplo de de ese desarrollo sostenible del que tanto se habla hoy en día y tan poco se practica.
En otras épocas del año, Ole ofrece hides para fotografiar Urogallo, Gallo Lira, Águila Real, Azor, Cárabo Lapón, Alce, Buey Almizclero (del que hablaremos otro día)...
Los interesados pueden visitar su página web (totalmente recomendable):
http://www.norway-nature.com/

martes, 8 de septiembre de 2009

Egipto

Martinete a altas horas de la noche.

Garcilla Cangrejera sobrevolando el Nilo.

Martín Pescador Pío (foto aumentada).

Templo de Abú Simbel.

Faluca en el Nilo.

Casa Nubia junto al Nilo.

Pescadores del Nilo.

Atardecer en el Nilo.

Templo de Luxor.

Grafiti de 1.859.

Templo de Edfu.

Pirámide de Kefren.

Avenida de las esfinges en Luxor.

Gran Esfinge y Pirámide de Kefren al fondo.

Valle de los Reyes (o mejor "sartén").

Gran Esfinge y Pirámide de Keops al fondo.

Colosos de Memmon.

Estatua de Ramses II.

Pirámide escalonada de Shakara.

Cairo nocturno.

Cairo nocturno.


Hola a todos después de un descanso estival. Acabo de llegar de un viaje por Egipto, que aunque no era de tipo ornitológico, me ha permitido conocer nuevas especies de aves que anteriormente sólo había visto en guías o en documentales. Aunque creé este blog para hablar e ilustrar sobre naturaleza, la sensación que puede dar el hecho de publicar algo sobre destino tan turístico pudiera parecer que se aleja de mi propósito inicial. Pero yo pienso que no por lo que a continuación explico, aunque a buen seguro me acabaré yendo por las ramas… defecto mío.
Ciertamente, país de grandes contrastes, Egipto. Si tenemos en cuenta que su superficie abarca más de un millón de kilómetros cuadrados (casi tres veces la de España) no nos sorprendería el hecho de que su población casi duplique la de nuestro país. Sin embargo hemos de saber que el 93% de todo el territorio egipcio es puro desierto (nada menos que el Sahara), y que por tanto todos sus habitantes se concentran en el 7% de terreno restante, conformado por las orillas y el delta del Nilo, una pequeña franja junto al Canal de Suez, y algunas zonas de la Península del Sinaí. Esto supone que la presión sobre el terreno es del todo impactante, y que es indudable que la fauna (que en su gran mayoría ocupa el mismo terreno) se vea muy afectada por las actividades humanas.
Importantísimo lugar de tránsito migratorio para la avifauna (parecido a nuestro Estrecho de Gibraltar) aunque en este caso para las que se desplazan desde Europa Oriental y Asia Occidental hasta el continente africano, por Egipto cruzan cada año millones de aves, que tienen que compartir espacio con seres humanos. Aquí es frecuente ver a escasa distancia algunas especies que en España o Europa casi no se dejan ver.
Y aparte de fauna ¿Cómo es Egipto y su gente?
Pues este país, cuna de grandes civilizaciones, está hoy en día enfocado económicamente hacia el turismo. El turista es el proveedor de ingresos, ya sea con sus visitas a los templos milenarios, a las increíbles pirámides, a las claustrofóbicas y hoy vacías tumbas o al impresionante museo de El Cairo, o bien con la compra de recuerdos, actividad que da trabajo directo a una buena parte de la población.
Edificios de aspecto inacabado por casi todos lados, y lujosos hoteles para turistas en algunos puntos. Rincones llenos de suciedad en las ciudades, y lujosos hoteles con piscina y yacusi junto a las arenas del desierto; bufets atiborrados de comida occidental para los miles de visitantes y comidas sencillas, parcas y fuertemente especiadas para los millones de nativos; una circulación absolutamente caótica en El Cairo (la ciudad africana más poblada, con casi veinte millones de habitantes) … y sobre todo un calor sofocante, que se intenta mitigar con mucha agua y mucho aire acondicionado: en autobuses, en barcos, en hoteles,… pero ojo, sólo para turistas… y para los pudientes (que también los hay).
Sí, Egipto hoy día parece vivir sobre todo del turismo, con una población que sufre un considerable grado de abandono social, casi el mismo que sufren sus monumentos milenarios (esos que proveen al país del 80% de los ingresos), y todavía con el importante lastre a sus espaldas producido por las guerras que mantuvo en defensa de sus hermanos palestinos … lastre económico y también lastre moral. Lo percibimos cuando nos muestran el monumento al soldado desconocido y la tribuna donde celebran su única y efímera “victoria militar”, la del 6 de Octubre de 1.973. La misma tribuna donde fue asesinado Anwar el Sadat en 1.981. ¡Para qué engañarnos! Las guerras siempre las provocan o las encargan (desde una distancia más que prudencial) los grupos poderosos de turno, con la única pretensión de ganar dinero y ser más poderosos todavía a costa de vidas inocentes.
Pero volvamos al Egipto de hoy. Y hoy es El Cairo; es Aswan; es Luxor; es el Canal de Suez; pero sobre todo, Egipto fue, es y seguirá siendo el Nilo. El río más largo que recorre la tierra, y que en su discurrir hacia el norte ha hecho a este un país completamente diferente de sus vecinos. Inmenso Nilo. Venerable; proveedor; sagrado … misterioso. Hoy su cauce está regulado por la alta presa de Aswan, que como todas las presas suponen una barrera ambiental y ecológica, pero que dadas las características de este país era necesaria para regular las impresionantes crecidas, para garantizar un bien tan preciado como el agua a su importante población y para generar una no menos necesaria energía eléctrica.
Egipto me ha dejado un grato recuerdo. Y no es que todo haya sido del todo gratificante, pues me sorprendió y me disgustó mucho el no poder tomar fotografías de determinados lugares: interior de museos, tumbas, templos, pirámides… hombre, puedo entender que no quieran que hagas fotos con flash en interiores, pero que sencillamente no se puedan hacer, para luego vendértelas ellos… ya está bien de tanto abusar del turismo. También, como a la mayoría, el agobio de los vendedores ambulantes me llegó a poner un poco de los nervios en algún momento; pero en el fondo piensas: de algo tendrán que vivir. Por lo que respecta al calor: contra la naturaleza no podemos ir. Vamos, en general, muy buen recuerdo. Recomiendo la visita.
Sospechaba que me iría por las ramas, y así ha sido. Pero no siempre voy a hablar de aves. Saludos.