lunes, 15 de febrero de 2010

Fotografiando Aves Esteparias en La Serena



Si hay algo en lo que todos los fotógrafos de naturaleza coincidimos, es que el empleo de “hides” o “aguardos” (o “chajurdos” como dicen otros) siempre es indispensable para tener a los animales salvajes a una distancia prudencial, sin que recelen por nuestra presencia. La pretensión que nos lleva a emplear estos artilugios es la de poder trabajar sin ser vistos, de forma que la fauna salvaje que podamos tener al otro lado de nuestro teleobjetivo desarrolle comportamientos y pautas normales. No en vano, lo que perseguimos los “paparazzi de fauna salvaje” (así nos llama con frecuencia un compañero) es documentar los momentos de intimidad de todo tipo de animales y no los comportamientos extraños que pudieran demostrar si fueran conscientes de nuestra presencia.

Pueden emplearse multitud de hides diferentes, bien confeccionados por nosotros mismos o adquiridos en el cada vez más pujante mercado que se ha establecido al efecto, pero siempre hemos de ser conscientes que vamos a introducir en la naturaleza un elemento extraño, y que cuanto mejor se adapte al entorno en el que lo coloquemos menor será su impacto, de lo que dependerá en gran medida el éxito o fracaso de nuestro esfuerzo.

Cuando el lugar donde queremos instalar nuestro hide dispone de abundante vegetación, siempre encontraremos un rinconcito ideal para su ubicación lo más discreta posible, y con sólo unas redes de camuflaje y alguna ramita pequeña (no hay que pasarse haciendo desbroces y emplear más las redes, … y la imaginación) conseguiremos integrarlo en el entorno de forma que pase inadvertido.

El problema surge cuando el entorno carece por completo de vegetación arbórea o de matorrales, y se limita a hierbas estacionales; es decir, cuando nos encontramos en una zona esteparia. Tampoco debemos desesperarnos; siempre hay alternativas: usar telas con colores apropiados, aprovechar la orografía del entorno siempre que se pueda, y sobre todo emplear los elementos naturales que se encuentren a nuestra disposición.

Macho de Avutarda junto a hide de piedra:


Antaño, cuando no existían alambradas, y cuando los pastores se pasaban el día entero pendientes de su ganado, siempre expuestos a las inclemencias ambientales en un entorno carente de cualquier resguardo natural, era frecuente que construyeran pequeños refugios con piedras en los que cobijarse de vientos, lluvia y sol. En La Serena son frecuentes este tipo de construcciones, recibiendo el nombre de “Torrucas”, encontrándose hoy día en un estado de absoluto desuso y abandono. No obstante, la ubicación de algunas de estas precarias construcciones, y el hecho de estar perfectamente integradas en el entorno son una baza con la que podemos jugar en nuestro intento de aproximación a la escurridiza fauna esteparia. No en vano, desde generaciones las aves vienen considerando estos emplazamientos como algo natural que pertenece al paisaje, llegando algunas aves a construir allí sus nidos. El problema es que si unas simples paredes, generalmente con forma de ángulo eran suficientes para su propósito inicial, en absoluto lo son para el nuestro, e incluso a veces sólo hayamos restos de las primigenias construcciones, en forma de un montón de piedras; en consecuencia si queremos disponer de un lugar apropiado tenemos que poner manos a la obra. El trabajo es duro y sin duda nos llevará varias jornadas (que tendremos que desarrollar en una época del año en la que no produzcamos molestias), pero si nos esmeramos, y sobre todo si tenemos la suerte de contar con el asesoramiento de alguno de los constructores originales, el resultado será un hide que exteriormente diferirá poco de un montón de piedras.

Es cierto que las “torrucas” no se prodigan por todos los lugares que puedan interesarnos, o que las acumulaciones de piedras que pudieran servirnos de material constructivo tampoco. Pero si el tiempo hizo que las aves se acostumbraran a esos elementos, considerándolos como parte del paisaje, también pueden hacerlo con otros como la madera, siempre y cuando la pintemos convenientemente, y sobre todo dejamos que permanezca en el lugar el suficiente periodo de tiempo. Construir un hide de madera es más sencillo, y nos permite ubicarlo donde queramos, si bien su éxito dependerá en gran medida de la fijeza del mismo, es decir, de que permanezca en el lugar por un tiempo indefinido.

Grupo de Avutardas alrededor de hide de piedra:

Grupo de Avutardas cerca de hide de madera:

Machos de Avutarda:



Estos métodos de emplear hides fijos, si bien se han demostrado sobradamente eficaces, es obvio que no son adecuados si tenemos prisas, pues los resultados que con ellos se obtienen hemos de buscarlos a medio y largo plazo, meses o incluso años después de realizar los esfuerzos constructivos. Pero si lo que pretendemos es obtener un buen resultado garantizando en todo momento la seguridad de la avifauna y evitando cualquier tipo de molestia sobre ella, son ideales.

Desde hace tiempo la asociación ANSER mantiene activos una serie de hides fijos usados en un principio para observaciones de aves y realización de censos y estudios científicos, y permite su uso por parte de fotógrafos a cambio de un donativo que sirve a ANSER para disponer de unos fondos con los que llevar a cabo distintas actividades de conservación, y también ofrecer ayudas a los popietarios y/o arrendatarios de las fincas en las que se ubican estos hides fijos, tanto por su mantenimiento como sobre todo para mostrarles la rentabilidad directa que pueden llegar a ofrecerles algunas especies como las Avutardas, e implicarles con ello en su conservación. Esta actividad, tras más de doce años de funcionamiento, está perfectamente consolidada y su mayor interés radica en el hecho de que la gestión es llevada a cabo por una organización conservacionista, huyendo del modelo empresarial que impera en los países nórdicos, Hungría o Estados Unidos, motivo por el cual está siendo imitada en otros lugares tanto de Extremadura como de otras regiones españolas e incluso de otros países europeos.

La actividad, conocida en ANSER como “Proyecto Imagen y Naturaleza”, que se ha demostrado sobradamente respetuosa con las aves y con el entorno, cuenta como cabría esperar con las pertinentes autorizaciones de la Dirección General de Medio Natural, y dado el carácter conservacionista de la asociación ANSER, se toman todas las medidas necesarias para minimizar posibles molestias. Así, se limita el número de días de acceso a los hides de Avutardas, sólo se permite una persona por hide, se dan instrucciones muy precisas por escrito, y se entra en ellos siempre antes del amanecer (cuando todavía es de noche) no permitiendo la salida hasta que reina de nuevo la oscuridad plena, después de más de 15 horas en el interior, para evitar que las aves asocien a los fotógrafos con los aguardos o con la zona donde se ubican.
Macho haciendo el característico "Display" o rueda, para atraer la atención de las hembras:

La insistencia da sus frutos:

Desde el año 1.998, cuando se dieron los primeros pasos, he tenido la responsabilidad y la suerte (mi familia no opina lo mismo) de coordinar este proyecto de conservación, y durante este tiempo he prestado asesoramiento a un gran número de profesionales y aficionados de distintos países en la obtención de imágenes y filmaciones de avifauna esteparia. Y por supuesto he disfrutado de numerosas sesiones fotográficas y de observación de Avutardas y otras aves esteparias.

Además de las Avutardas, hay distintas especies de Aves que se aproximan con frecuencia a los Hides. Mochuelo:

Collalba Gris:

Grupo de Gangas:

Macho de Sisón:

Alcaraván:

En los siguientes enlaces diferentes fotógrafos relatan algunas de las experiencias vividas en los hides, y muestran imágenes (algunas hasta del interior). Sé que hay otros muchos, pero ahora mismo no los tengo a mano:
http://objetivoverdefotos.blogspot.com/search/label/Avutarda
http://chajurdo.blogspot.com/2009_06_01_archive.html
http://atahorma.blogspot.com/2009/04/el-sison_16.html
http://chanjaime.blogspot.com/2009/04/fotografiando-avutardas-i-i.html
http://www.naturalfoto.es/images/1345/344/
http://rafaruizfoto.blogspot.com/2009/04/historias-de-hide-en-la-serena-ii.html
http://www.ramonnavarro.net/naturaleza_view_image.php?i=13.jpg
http://www.fotonatura.org/galerias/fotos/275277/
http://www.fotonatura.org/galerias/fotos/233236/
http://www.miradanatural.es/fotousuario.php?id=22321&galeria=407

Aunque no tengo por costumbre dedicar los artículos de mi blog, en este caso voy a hacer una excepción, y dedico esta entrada, con todo mi cariño, a mi mujer y a mis hijos, a los que tanto tiempo he privado de mi presencia durante años debido a los menesteres antes descritos. ¡Siempre persiguiendo sueños! Va por vosotros.

Y una última cosa: A los que os apetezca, nos vemos en FotoFIO, donde expondré mucha más información en una ponencia.

1 comentario:

  1. Hola Manuel:
    Impresionantes fotos, son toda una pasada, no sabría decirte cual me gusta mas porque me gustan todas, la verdad.
    Te voy a añadir a mi lista de blog, para poder seguir tu trabajo.
    Un saludo y enhorabuena.

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